Madera de savia azul de José Luis Gil Soto
Hay cosas que suceden porque han de suceder y no merece la pena detenerse a pensar que pasara el día en que esa sucesión mágica se rompa. Y tal vez, por esa tendencia natural del hombre a pensar que lo que ha sido siempre, siempre seguirá siendo, crecía el desconcierto en cada uno de ellos sin que ninguno se atreviese a manifestarlo para no alarmar al prójimo.
|