Colina De Las Piedras Blancas,La ) de José Luis Gil Soto
Sucedió en septiembre del año del Señor de mil quinientos ochenta y ocho, fecha en la que miles de casas se vistieron de luto en España, pues no hubo hogar, ya fuese noble o plebeyo, que no tuviese que lamentar la muerte de uno de los suyos. Y yo no puedo olvidarlo, pues fui testigo de todo ello, lo vi con mis propios ojos, me martiricé con los gritos de mis compañeros, padecí frío, hambre, golpes y miseria; y lo llevo grabado en la memoria por siempre...
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