Vida: biografía y antología de José Hierro de José Hierro
Le ponían, sin preguntar, un chinchón seco un poco aguado, en copa, y se encendía un pitillo. Escribía a mano, en cuadernos o lo que era más frecuente, en hojas sueltas en las que tachaba y corregía de manera enfermiza. Tanto, tan reiteradamente que vivía la incómoda certeza de que terminaría deforestando Europa con sus versos.
|