Tres grandes robles junto a los avellanos de José Gil Romero
Ocurre, como siempre, que el hombre propone y el diablo mete la zarpa: tres cosas sucedieron entonces que, en cadena, dieron al traste con tantos bienintencionados planes.
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Tres grandes robles junto a los avellanos de José Gil Romero
Ocurre, como siempre, que el hombre propone y el diablo mete la zarpa: tres cosas sucedieron entonces que, en cadena, dieron al traste con tantos bienintencionados planes.
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