Oriente de José Carlos Llop
La pasión interviene en el lenguaje; el sexo se apodera del lenguaje y éste lo ennoblece y se abre un continente distinto y ese continente es el territorio de los amantes: el verbo se hace carne; la palabra, coito. Su vía de acceso poco importa: un breve encuentro, el teléfono, una carta, un mensaje escueto, un imperativo que es súplica amorosa…
|