El Tigre y La Duquesa de Jordi Solé
—¿Tienes miedo? —Un poco... —Bien. Debes tenerlo. El miedo es bueno. Te mantiene alerta. Impide que hagas idioteces. Solo los muertos o los necios no lo tienen. |
Calificación promedio: 5 (sobre 15 calificaciones)
/
El Tigre y La Duquesa de Jordi Solé
—¿Tienes miedo? —Un poco... —Bien. Debes tenerlo. El miedo es bueno. Te mantiene alerta. Impide que hagas idioteces. Solo los muertos o los necios no lo tienen. |
El Tigre y La Duquesa de Jordi Solé
Las mujeres gozan de demasiada libertad en Europa. Y no paran de pedir más. Y eso no es bueno. Dios lo sabe. Cada uno debe saber estar en el lugar que le corresponde. Si el mundo funciona es, precisamente, gracias a eso.
|
El Tigre y La Duquesa de Jordi Solé
—Joan..., estoy bien, en serio. No feliz como una perdiz. No de puta madre. Pero puedo hacer mi trabajo perfectamente. El resto, ya se encargará el tiempo de ponerlo en su sitio. ¿No se trata de eso después de todo?
|
El Tigre y La Duquesa de Jordi Solé
Y aún más importante: quiere justicia para Vicky. Como la quiere para todas las mujeres asesinadas por algún hijoputa que se ha creído que tenía derecho sobre sus cuerpos, sus voluntades y hasta sus vidas.
|
El Tigre y La Duquesa de Jordi Solé
Puedes ser fiel y estar muerta, como seguro que lo está ella, o mirar por ti y cargar con cuatro millones de euros mientras pones rumbo a todo aquello con lo que has soñado
|
El Tigre y La Duquesa de Jordi Solé
—¿Vas a matarme? —le mira de arriba a abajo—. ¿O vas a follarme? —Eso dependerá de ti—dice, tras una pausa que podría indicar que está dudando. |
El Tigre y La Duquesa de Jordi Solé
Se pasa las manos mojadas por el pelo. Respira. No hay nada a lo que no puedas enfrentarte después de diez inspiraciones como Dios manda. |
La noche de Damballah de Jordi Solé
A veces hay que saber cuando has perdido y ser capaz de aceptarlo para poder luchar otro día y evitar ser kamikaze
|
El Tigre y La Duquesa de Jordi Solé
Pero ya lo decía Goebbels, ¿no es verdad? Repite mil veces una mentira y la convertirás en verdad.
|
La edad de la inocencia