Víctor Jara: Reventando los silencios de Jordi Sierra i Fabra
Su madre era una mujer de estatura pequeña, regordita, amable, de perpetua sonrisa. Una mujer hecha de fuerzas y coraje, aunque de todos sus hijos, sólo el que estaba acuclillado a su lado había heredado su sensibilidad musical. Víctor habría escuchado sus canciones durante horas. A veces esperaba tanto un velatorio como una boda para oírla cantar, aunque en el primer caso, se tratara de la muerte de un niño como él.
|