Libertad de Jonathan Franzen
Su respuesta, si alguien le preguntaba a bocajarro, era una risa nerviosa. «En eso soy algo así como un espectador neutral», decía.
|
Calificación promedio: 5 (sobre 52 calificaciones)
/Presentaciones de libros Encrucijadas Autor: Jonathan Franzen Presenta: Jorge F. Hernández Editorial: Salamandra / PRH
Libertad de Jonathan Franzen
Su respuesta, si alguien le preguntaba a bocajarro, era una risa nerviosa. «En eso soy algo así como un espectador neutral», decía.
|
Libertad de Jonathan Franzen
¿De dónde salía esa autocompasión, en cantidad tan desproporcionada? Se mirase como se mirase, llevaba una vida de lujo. Todos los días disponía de la jornada entera para concebir una manera aceptable y satisfactoria de vivir, y sin embargo lo único que parecía sacar de todas sus opciones y toda su libertad era más desdicha. La autobiógrafa casi se ve obligada a extraer la conclusión de que se compadecía de sí misma por ser tan libre.
|
Libertad de Jonathan Franzen
Katz había acumulado numerosas lecturas de libros de divulgación sobre sociobiología, y en sus reflexiones sobre la personalidad depresiva y la persistencia en apariencia pertinaz de ésta en el banco genético humano había llegado a la conclusión de que la depresión constituía una adaptación exitosa al dolor y las penalidades incesantes. El pesimismo, los sentimientos de inutilidad y carencia de derechos, la incapacidad para obtener satisfacción del placer, la atormentadora conciencia de que el mundo en general era una mierda: para los judíos antepasados paternos de Katz, que habían sido expulsados de un shtetl a otro por implacables antisemitas, al igual que para los antiguos anglos y sajones de la línea materna, que habían bregado por cultivar centeno y cebada en las tierras improductivas y los veranos cortos de la Europa septentrional, sentirse mal permanentemente y esperar lo peor se había convertido en la manera natural de mantener el equilibrio entre ellos y sus miserables circunstancias. A fin de cuentas, pocas cosas resultan más gratificantes para los depresivos que las noticias realmente malas. Obviamente, ésta no era una manera óptima de vivir, pero poseía sus ventajas desde el punto de vista evolutivo. En situaciones adversas, los depresivos transmitían sus genes, aunque fuera a la desesperada, en tanto que quienes tendían al automejoramiento se convertían al cristianismo o se trasladaban a lugares más soleados.
+ Leer más |
Libertad de Jonathan Franzen
—Todo gira en torno al problema de las libertades personales —explicó Walter—. La gente vino a este país por el dinero o la libertad. Si no tienes dinero, te aferras aún más furiosamente a tus libertades. Aunque fumar te mate, aunque no puedas dar de comer a tus hijos, aunque a tus hijos los mate a tiros un loco con un fusil de asalto. Puedes ser pobre, pero lo único que nadie te puede quitar es la libertad de joderte la vida como te dé la gana.
|
Libertad de Jonathan Franzen
Vio a esa persona con tal claridad que fue como hallarse fuera de sí mismo. Era la persona que había manipulado su propia mierda para recuperar su alianza nupcial. Ésa no era la persona que él creía ser, o la que habría elegido ser si hubiese tenido la libertad de elegir, pero había algo reconfortante y liberador en ser una persona real y definida, y no una colección de personas potenciales y contradictorias.
|
Libertad de Jonathan Franzen
El documento entero de Patty daba fe de la agotadora dificultad de discernir, en un escenario como ése, qué era «bueno» y qué no lo era. A él se le daba muy bien saber qué era bueno para él, y normalmente eso le bastaba para todo en la vida. Sólo en compañía de los Berglund tenía la sensación de que no le bastaba.
|
Libertad de Jonathan Franzen
que desear sexo con su pareja era una de las cosas (vale, lo principal) a las que había renunciado a cambio de todas las cosas buenas de su vida en común. Y ésa resultaba una confesión harto difícil para hacérsela a un hombre a quien uno quería.
|
Libertad de Jonathan Franzen
Walter por las noches la necesitaba sobria para que escuchara todo aquello que él consideraba moralmente defectuoso en su hijo, mientras que ella necesitaba no estar sobria para no tener que escucharlo. No era alcoholismo, era defensa propia.
|
Libertad de Jonathan Franzen
Y la pregunta que siempre atormentó a Walter, tal como lo ve la autobiógrafa, fue si Richard era el hermano menor o el mayor, el jodido o el héroe, el amigo querido y maltratado por la vida o el rival peligroso.
|
Libertad de Jonathan Franzen
Imaginaba su alma, la identidad personal que conocía, como un anillo de oro inmaculado abriéndose paso lentamente por un territorio cada vez más ignoto y maloliente, hacia una muerte con olor a mierda.
|
cual es tu pasatiempo fav