El proscrito de Jon Courtenay Grimwood
—No fue así. —Siempre ocurre lo mismo. No sólo ha matado a la persona a la que amaba, también ha matado a la única persona de Venecia que le amaba de verdad. —Iacopo dijo… —Mintió. (…) —Termínalo. Siempre debes terminar lo que has empezado. Y Tycho partió su corazón por la mitad. Aunque ambos sabían que ya estaba partido. |