La historia se trata, principalmente, de dos personas que se encuentran cuando no están precisamente en el mejor momento de sus vidas. Louisa Clark acaba de perder un trabajo que le encantaba y, de pronto, ya no sabe qué hacer de su vida. Entre todas las opciones de trabajo encuentra uno que consiste en encargarse de una persona tetrapléjica: Will Traynor. Ambos son de personalidades opuestas: Lou está acostumbrada y, en sus palabras, es feliz limitándose a vivir en su propio pueblo y no vivir más experiencias que su rutina habitual; por otro lado, Will (antes del accidente) era del tipo de persona que siempre está dispuesta a experimentar, a viajar, y por esa razón está más que resentido por el hecho de haber quedado tetrapléjico. Ella tiene que lidiar, entonces, con una persona huraña y difícil, y por eso lo intenta todo para hacerle recordar que hay razones por las que vale la pena vivir. Es una historia de amor como imaginé que sería cuando leí la sinopsis, pero si bien es una parte central de la novela, no es la única. Se abordan muchos otros temas que te dejan que pensar. La vida de Lou no es tan simple como parece, y yo personalmente me sentí identificada con ella al vivir en una ciudad chica, donde una se siente limitada; pero es algo que ella va descubriendo en su trato con Will. En resumen, se trata de redescubrir las ganas de vivir, de experimentar, en los dos protagonistas. Otro aspecto que me interesó fue el de la discapacidad de Will, algo que no suele verse mucho en la literatura (o, al menos, en lo que yo leo), y que te hace notar varias cosas que normalmente uno no tiene en cuenta. Esta novela te hace pensar cosas del tipo: ¿qué haría yo en lugar de él? ¿se puede tener ganas de vivir si estás en una silla, dependiendo de otras personas hasta para las cosas más básicas como comer o ir al baño? Es bastante duro, pero es real y muchas personas lo pasan. Creo que es obvio que la novela me atrapó, la leí de corrido, impaciente por llegar al final. No se me hizo lento a pesar de que prácticamente se tratara del día a día de Lou y Will. Es una relación que se desarrolla, no es un amor que nace de un día para el otro, sino que tiene completo sentido. Desde que al comienzo se detestan, van conociéndose y aprendiendo del otro, y eso es lo que tiene valor. No quiero contar demasiado (siempre prefiero que se den cuenta cuando lo leen ustedes), solo que si van a leer esta novela tengan un paquete de Kleenex al lado. Me fue inevitable llorar, sobre todo en el final. Por lo que vi a algunos les resultó difícil de entender o consideraron que no tenía lógica, pero para mí sí la tenía. Es la realidad, el final no podía ser otro o no hubiera tenido sentido. El poder identificarme personalmente con varias cosas también contribuyó a que lo disfrutara tanto. + Leer más |