El vampiro de John William Polidori
Su semblante tenía un tono lívido, mortal. Jamás se coloreaba con un tinte rosado, ni por el rubor de la modestia ni por la fuerte emoción de la pasión; sin embargo, sus facciones y su perfil eran bellos. Muchas damas, de esas que andan siempre en busca de notoriedad, trataban de conquistar sus atenciones y conseguir al menos algunas señales de afecto de este visitante.
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