El Paraíso perdido de John Milton
Preñado de ti y grande en exceso, sintió del parto las fuertes mociones y tremendos dolores. Al fin, este aborrecible vástago que ves, engendrado por ti, se abrió camino con violencia, rasgando mis entrañas, de modo que, de temor y de pena retorcido, mi cuerpo se alteró en su parte inferior; mas mi enemigo ingénito salió de mí blandiendo su venablo fatal para destruir |