Jaque al psicoanalista de John Katzenbach
—Usted es una auténtica filósofa —dijo Ricky. Normalmente no solía dar así su opinión. —Supongo que sí —admitió la señora Heath tras sonreír de nuevo—. Una heredera filósofa —añadió y, tras una pausa, se encogió de hombros y dijo—: Una heredera filósofa que se muere. Muy de Charles Dickens, ¿no crees? Suena al típico romanticismo de los páramos ingleses.
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