Espera a la primavera, Bandini de John Fante
Por esta razón era monaguillo. La dosis de piedad que sentía en este mundo le obligaba a reducir las penas del Purgatorio. Era monaguillo por dos razones más. Primera, a pesar de sus gemidos y gritos de protesta, su madre se mantuvo en sus trece. Segunda, todas las Navidades las chicas de la Asociación del Santo Nombre festejaban a los monaguillos con un banquete. |