La señora Osmond de John Banville
La señorita Janeway era, como se hizo evidente enseguida, una persona de panfletos, polémicas, desfiles y protestas: en una palabra, un miembro de esa especie, todavía rara en la época, conocida como la Nueva Mujer. De cualquier modo carecía del aire temible que se atribuye tan a menudo a este fenómeno novedoso y casi mítico, a esta amazona de nuestros días; no era chillona, no era estridente, y en cuanto a su manera de discutir, nadie podría haber sido más comedido y plácido en la expresión de sus opiniones que esta intelectual mordaz, de mediana edad y pelo plateado
|