![]() |
Heidi de Johanna Spyri
—Vecino, usted fue a la verdadera iglesia, la de Dios, antes de bajar a la mía y me alegro mucho. No se arrepentirá usted de haber venido a vivir entre nosotros. En mi casa será usted siempre bien recibido, como amigo y como vecino, y nos lo pasaremos bien durante las veladas de invierno, pues me gusta su compañía; en cuanto a Heidi, ya le encontraremos buenos amigos.
|