Clavijo de Johann Wolfgang von Goethe
Tu corazón habla más a su favor de lo que crees, y precisamente no te atreves a volverle a ver porque anhelas tan afanosamente su regreso.
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Clavijo de Johann Wolfgang von Goethe
Tu corazón habla más a su favor de lo que crees, y precisamente no te atreves a volverle a ver porque anhelas tan afanosamente su regreso.
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Clavijo de Johann Wolfgang von Goethe
¡Qué inesperadamente, de una situación a otra! ¡Tengo vértigo, estoy soñando! Esa declaración no debía haberla dado... ¡Ha sido tan rápido, tan inesperado como un rayo!
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Clavijo de Johann Wolfgang von Goethe
Usted ha ofendido a sangre fría a una muchacha hinrada, porque creía que en un país extranjero ella no tendría ayuda ni vengadores. Así actúa un bribón, un villano.
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Clavijo de Johann Wolfgang von Goethe
Cuando todavía era Clavijo, y no ya el archivero del Rey; cuando estaba en nuestra casa como forastero, como advenedizo, como recién presentado, ¡qué amable era, qué bueno!
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Clavijo de Johann Wolfgang von Goethe
De repente volvió a estar allí la muchacha francesa, tierna de corazón, que no conoce el filtro amoroso, ni la navaja para la venganza.
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Clavijo de Johann Wolfgang von Goethe
Si fuéramos constantes, entonces me asombraría. Pero mira, ¿no cambia todo en el mundo? ¿Por qué iban a ser duraderas nuestras pasiones?
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Clavijo de Johann Wolfgang von Goethe
Yo no puedo vivir sin mujeres, y no me estorban en nada. Claro que no les digo demasiadas cosas bonitas, no me enmohezco durante meses y meses en sentimentalismos y cosas parecidas, ya que me gusta tratar lo menos posible con muhachas honradas.
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Clavijo de Johann Wolfgang von Goethe
¡Archivero del rey! Carlos, eso me espolea a todo; ¡no sería yo nada si me quedara en lo que soy! ¡Arriba, arriba! ¡Y eso cuesta fatiga y astucia! ¡Se necesita la cabeza entera, y las mujeres, las mujeres, se pierde demasiado tiempo con ellas!
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Las desventuras del joven Werther de Johann Wolfgang von Goethe
¿Lo llamas debilidad? Por favor, no te dejes seducir por la apariencia. A un pueblo, que suspira bajo el insoportable yugo de un tirano, ¿tienes derecho a llamarlo débil cuando finalmente se levanta caliente y rompe sus cadenas?
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Gregorio Samsa es un ...