1280 almas de Jim Thompson
Ni hogares, ni habitaciones con vida, ni nada. Sólo paredes de pino que contenían el vacío. Sin cuadros, sin libros, sin nada que pudiera mirarse o sobre lo que reflexionar. Sólo el vacío que llenaba aquel lugar.
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1280 almas de Jim Thompson
Ni hogares, ni habitaciones con vida, ni nada. Sólo paredes de pino que contenían el vacío. Sin cuadros, sin libros, sin nada que pudiera mirarse o sobre lo que reflexionar. Sólo el vacío que llenaba aquel lugar.
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