De sangre y cenizas de Jennifer L. Armentrout
"¿Pureza? Odiaba esa palabra, el significado que se ocultaba tras ella. Como si mi virginidad determinara mi bondad, mi inocencia. Como si su presencia o falta de presencia fuera de algún modo más importante que los centenares de elecciones que hacía cada día. Había incluso una parte de mí que se preguntaba qué harían los dioses si acudiese a ellos sin ser ya una doncella en realidad. ¿Harían caso omiso de todo lo demás que hacía o no hacía solo porque ya no era virgen? No estaba segura, pero esperaba que no fuese así. No porque tuviese pensado tener sexo ahora mismo, o la semana que viene o... en algún momento, sino porque quería tener la posibilidad de tomar esa decisión por mí misma".
|