Cazadora de hadas de Jennifer L. Armentrout
Tink se dejó caer de rodillas ante la pila de azúcar y empezó a mover los pequeños granos formando otra pila mientras contaba en voz baja. —Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... —hizo una pausa alzando la vista con el ceño fruncido —. ¿Dónde aprendiste este truco? Encogí un poco los hombros mientras me mordía el labio inferior. —Lo vi en un episodio de Supernatural. |