Sobre la muerte de un perro de Jean Grenier
Le cogemos cariño a alguien tanto por las preocupaciones que nos ocasiona como por las alegrías que nos da. Si su cuidado depende por completo de nosotros, esa responsabilidad se nos vuelve sagrada, como sagrado es un lugar cuya vigilancia recae enteramente en nosotros, porque su ocupante está a merced de todos, y también a la nuestra.
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