Jefferson de Jean-Claude Mourlevat
El país en el que se desarrolla esta historia está habitado por animales que no solo caminan de pie y hablan, sino que además pueden pedir prestados libros en la biblioteca, enamorarse, enviar mensajes con sus móviles y también ir al peluquero. El país vecino está habitado por los seres humanos, que son los animales más inteligentes.
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