El nudo materno de Jane Lazarre
¿Otra vez? -les inquirí a las dos-. ¿Ese dolor y ese tormento otra vez? ¿Volver a recluirte durante meses y meses, sumergirte bajo el agua sin oxígeno, en un mundo lejos del mundo, descendiendo a las profundidades conforme pasan los meses hasta que finalmente nace y, entonces, alcanzas el nivel más hondo posible, lo más alejado de la vida cotidiana, para vivir aislada bajo el océano durante dos o tres años?
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