Plan B de
Jana Aston
Me estoy pillando. Pero mucho, lo cual es una estupidez por mi parte. ¿Verdad que no habría que entregar el corazón tan a la ligera? Tendría que haber un tiempo de espera. Un sistema de controles y equilibrios. Una lista de pros y contras.
Pero el corazón no funciona así. Se lanza de lleno a lo que le haga dar un vuelco sin pensar en la lógica o en las consecuencias. O en la posibilidad de acabar roto en mil pedazos.
El corazón es ansioso, iluso e ingenuo. Los corazones prosperan con la amnesia en una batalla constante con la razón, que se acuerda de todo y se muere de ganas de recordarle lo que se siente cuando te lo rompen y te decepcionan. Se muere de ganas de recordarle que Kyle ya te dejó en una ocasión, y que no le costó nada. Se muere de ganas de recordarle que no lo conoces tanto como crees, aunque la mezcla de vuestros ADN esté creciendo en tu interior.