Fugas de James Rhodes
Dado que la vida es como es, no cabe duda de que siempre habrá fuego en todas partes. Pero quizá, solo quizá, el calor podría no quemar tanto. Ser el de la agradable y crepitante chimenea de un salón, en vez del de un devastador incendio forestal. Vivir en medio de ese fuego podría ser algo agradable y cálido, de vez en cuando divertidísimo, no una sensación de estar atrapado en un infierno aterrador del que no hay escapatoria, en el que únicamente esperamos a que nos consuman las llamas.
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