Tarumba de Jaime Sabines
Estos días, iguales a otros días de otros años, con gentes iguales a otras gentes, con las mismas horas y los mismos muertos, con los mismos deseos, con inquietud igual a la de antes; estos días, Tarumba, te abren los ojos, el viento largo y fino te levanta. No pasa nada, ni estás solo. Pasas tú con el frío desvelado y pasas otra vez. No sabes dónde, a dónde, para qué. Oyes recetas de cocina, voceadores, maullidos. ¡Fiestas de la barriga, navidad, año nuevo, qué alegres estamos, qué buenos somos! Tú, Tarumba, te pones tus alas de ángel y yo toco el violín. Y el viejo mundo aplaude con las uñas y derrama una lágrima, y sonríe. |