Ulysse de Jacques de Champ-Repus
Ah, dama de los combates, mi princesa guerrera, hija del tonante, guía de mi vejez, que bese yo tus pies, ¡ah! que bese también tu lanza, tu casco y tu crin de oro. Santa raza del cielo, ¡eh! ¿Soy digno todavía de saber de tu parte de dónde pende mi ruina? |