Encender una hoguera de Jack London
Hacía un frío que pelaba, concluyó, mientras se frotaba la nariz y los pómulos insensibles con la mano enfundada en la manopla. Lucía bigote y barba, pero el vello facial no le protegía los altos pómulos ni la nariz impaciente, que embestía belicosa el aire gélido.
|