Amante Oscuro de J.R. Ward
Wrath medía un metro noventa y cinco de puro terror vestido de cuero. Su cabello, largo y negro, caía directamente desde un mechón en forma de uve sobre la frente. Unos grandes anteojos de sol ocultaban sus ojos, que nadie había visto jamás. Sus hombros tenían el doble del tamaño que los de la mayoría de los machos. Con un rostro tan aristocrático como brutal, parecía el rey que en realidad era por derecho propio y el guerrero en que el destino lo había convertido. Y la oleada de peligro que le precedía era su mejor carta de presentación. |