Entre estas paredes de J.L. Berg
Lo irónico, el verdadero giro de la historia que hacía que los hados se carcajearan entre las nubes, fue darme cuenta de que no había sido consciente de la tremenda crueldad de la vida porque hasta ese momento no me había percatado de dos cosas. La primera es que me estaba enamorando de Lailah Buchanan. La segunda , que ella se estaba muriendo. |