Entre estas paredes de J.L. Berg
—No has respondido a mi pregunta —dijo Marcus, acabando con un silencio que se podía cortar con un cuchillo. —¿Qué pregunta? —¿Qué vas a hacer por Lailah? El ascensor se detuvo y la puerta se abrió. Ambos caminamos sobre el desgastado suelo laminado, y yo miré hacia el pasillo que me llevaba hasta mi ángel dormido. —Todo. Le daré todo. |