Drácula. El origen de J.D. Barker
–[...]. Mi querida, mi dulce hermana, cuando nos viste en la lluvia la otra noche, cuando la viste beber de mi sangre y a mí beber de la suya... no fue sino una de tantas veces. A lo largo de los años me ha visitado en más ocasiones de las que soy capaz de contar. Es su sangre lo que mantiene a raya mi enfermedad.
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