Los crímenes de la carretera de J.D. Barker
Patchen siempre había admirado a un hombre con buena cara de póquer. Las emociones, los gestos involuntarios, todo en la forma en que una persona respiraba, pestañeaba o colocaba los brazos y piernas, cualquiera de aquellos detalles podía revelar más que una conversación entera.
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