El bar de las grandes esperanzas de J. R. Moehringer
—¿Por qué hay tantos hombres malos en nuestra familia? Sin levantar la vista me respondió: —No sólo en nuestra familia. Hay hombres malos por todas partes. Por eso quiero que tú, cuando crezcas, seas bueno. —Alzó despacio la mirada—. Por eso quiero que dejes de estar siempre tan enfadado, JR. Basta de pataletas. Basta de mantitas favoritas. Basta de pedir televisores y juguetes que tu madre no puede permitirse. Tienes que cuidar tú de tu madre. ¿Me oyes? |