Primer amor de Iván Turguénev
Hubiese dado el mundo entero para que aquellos dedos adorables me golpearan a mí también.
|
Primer amor de Iván Turguénev
Hubiese dado el mundo entero para que aquellos dedos adorables me golpearan a mí también.
|
Primer amor de Iván Turguénev
Y aquella espera se adueñaba de todo mi ser: la respiraba, fluía por mis venas, por cada gota de mi sangre...Y pronto debía verse colmada.
|
Primer amor de Iván Turguénev
- Yo no he tenido primer amor - declaró, al fin. - Yo empecé directamente por el segundo.
|
Primer amor de Iván Turguénev
Toma lo que puedas, no te dejes coger por nada ni por nadie; pertenecerse a uno mismo, ser uno su propio dueño, éste es el secreto de la vida
|
Dos amics: 3 de Iván Turguénev
- Què hi ha de més preciós per a una dona que la llibertat? - exclamà ella finalment. - Però, permeteu-me - la va interrompre en Piotr Vassílitx-. Per què necessita una dona la llibertat? Què en faria? - Com? I per a l'home sí que seria necessària, a parer seu? - Per a l'home tampoc! De què li serviria? Un home lliue, com tothom sap, o bé s'avorreix o bé fa ximpleries. |
Padres e hijos de Iván Turguénev
Pero encuentro que llevo demasiado tiempo moviéndome en una esfera que no es la mía. Los peces voladores pueden mantenerse algún rato en el aire; pero en seguida tienen que volver a zambullirse en el agua. Permítame, pues, que yo también me sumerja en mi Estigia.
|
Padres e hijos de Iván Turguénev
¡Ah! Mira esa hormiga que arrastra a una mosca medio muerta. iArrástrala, hermana, arrástrala! No te importe que se resista; aprovéchate, ya que, en calidad de animal, no tienes derecho a sentir compasión, como nuestro hermano que a sí mismo se destruye.
|
|
Padres e hijos de Iván Turguénev
-Pero luego comprendimos que hablar y sólo hablar de nuestros males no merecía la pena, que eso sólo conducía a la ruindad y el doctrinarismo: pudimos cerciorarnos de que nuestros inteligentes, los llamados avanzados, y los acusadores no iban a ninguna parte, y de que nos debatíamos en un absurdo. Hablamos de cierto arte, de una vaga creación, de parlamentarismo, de abogacía, y el diablo sabrá de qué; mas cuando de lo que se trata es del plan cotidiano, cuando la más burda superstición nos ahoga, cuando todas nuestras sociedades por acciones quiebran únicamente para que se demuestre la incapacidad de las personas honradas, cuando la propia libertad, por la que tantos calores se toma el Gobierno, apenas si nos sirve de nada, pues a nuestro mujik no le duele que le roben, con tal que lo dejen emborracharse en la taberna...
|
Padres e hijos de Iván Turguénev
-Nosotros actuamos en virtud de aquello que reconocemos útil -declaró Bazárov-. En los tiempos actuales, lo más útil de todo es negar... y nosotros negamos.
|
|
Padres e hijos de Iván Turguénev
El nihilista es un hombre que no acata ninguna autoridad, que no tiene fe en ningún principio ni les guarda respeto de ninguna clase, ni se deja influir por ellos.
|
Primer amor de Iván Turguénev
Todo había terminado. Todas mis flores habían sido arrancadas de golpe y yacían a mi alrededor, dispersas y pisoteadas
|
Rudin de Iván Turguénev
Rudin , al principio, parecía titubear, no se decidía a expresarse, no encontraba las palabras, pero al final se animó y habló sin parar. Al cano de un cuarto de hora solo se oía su voz en la habitación.
|
Dos amigos de Iván Turguénev
—¡Qué puede haber más valioso para una mujer que su libertad! —exclamó ella al fin. —Pero, permítame —la interrumpió Piotr Vasílich—, ¿para qué necesita la libertad una mujer? ¿Qué va a hacer con ella? —¿Cómo que qué? Entonces, en su opinión, ¿el hombre sí la necesita? —Tampoco el hombre la necesita. ¿Para qué quiere la humanidad a su alabada libertad? El hombre libre, y esto es bien sabido, o se aburre o hace el tonto. |
Primer amor de Iván Turguénev
A cualquier sitio donde la marejada nos arrastre, siempre se está mal. El hombre debe afirmarse sobre sus pies,¡aunque no tenga más que una piedra por base!
|
Diario de un hombre superfluo de Iván Turguénev
La desdicha de los solitarios y tímidos (tímidos debido a su amor propio) consiste precisamente en que, aun teniendo ojos e incluso abriéndolos muchísimo, no llegan a ver nada o ven todo bajo una luz equivocada.
|
Diario de un hombre superfluo de Iván Turguénev
Superfluo, superfluo... he encontrado la palabra perfecta [...] Es evidente que la Naturaleza no contaba con mi aparición y, en consecuencia, se comportó conmigo igual que con un huésped no esperado ni invitado [...] Continuamente, toda mi vida, he encontrado ocupado mi lugar, quizá porque buscaba ese lugar donde no debía.
|
La edad de la inocencia