Gélida huella de Itziar Jiménez de Aberasturi
Llorar no es un símbolo de debilidad, es símbolo de tristeza. Tristeza de perder a un ser querido, al que amaste y protegiste. El anhelo de volver a ver a esa persona y poder despedirte como hubieras querido y, aún así, saber que es imposible. Esa sensación nunca desaparecerá, da igual el tiempo que transcurra, pero de nosotros depende hacerla caso constantemente o seguir hacia adelante.
|