Vino generoso y otros relatos de Italo Svevo
Revisé todas las grandes dificultades a que nos enfrentamos en este mundo y hallé que, en comparación con cualquiera de ellas, estar tendido sin moverse no era nada.
|
Vino generoso y otros relatos de Italo Svevo
Revisé todas las grandes dificultades a que nos enfrentamos en este mundo y hallé que, en comparación con cualquiera de ellas, estar tendido sin moverse no era nada.
|
Diario Para La Prometida de Italo Svevo
Me limito al beso, por magnanimidad, pero el sentimiento de mi magnanimidad me acompaña tan permanentemente que el beso tiene el sabor de un mordisco.
|
La conciencia de Zeno de Italo Svevo
Era un imbécil aquel bufón que en un cementerio cubierto de epitafios laudatorios preguntó dónde se sepultaba en aquel país a los pecadores. Los muertos nunca han sido pecadores.
|
La conciencia de Zeno de Italo Svevo
Una mirada se recuerda tanto, y quizá mejor, que una palabra...
|
La conciencia de Zeno de Italo Svevo
Una de las grandes dificultades que plantea la vida consiste en adivinar qué es lo que quiere una mujer.
|
La conciencia de Zeno de Italo Svevo
Creo que en cualquier lugar del universo que nos establezcamos, igual nos corrompemos. Es preciso moverse.
|
Vino generoso y otros relatos de Italo Svevo
Se casaba una sobrina de mi mujer, a esa edad en que las muchachas dejan de ser tal cosa para degenerar en solteronas.
|
La conciencia de Zeno de Italo Svevo
La vida actual está envenenada hasta las raíces. El hombre ha ocupado el lugar de los árboles y los animales, ha envenenado el aire, ha obstaculizado el libre espacio.
|
La conciencia de Zeno de Italo Svevo
La bondad era la luz que con sus destellos iluminaba durante instantes la oscura alma humana.
|
La conciencia de Zeno de Italo Svevo
La oscuridad era perfecta y el agua, alta, sombría y tranquila, me parecía perezosamente hinchada.
|
La conciencia de Zeno de Italo Svevo
El llanto enturbia las culpas de uno y permite acusar, sin objeción posible, al destino.
|
La conciencia de Zeno de Italo Svevo
Por supuesto que no olvidaba que poco antes había querido matarlo, pero eso no tenía ninguna importancia, porque las cosas que nadie conoce y que no dejan huellas no existen.
|
|
Vino generoso y otros relatos de Italo Svevo
Igual que cuando anhelaba la vida del convento, ahora creía ser superior a los demás porque había renunciado a ella.
|
La conciencia de Zeno de Italo Svevo
La vida se parece a la enfermedad, porque avanza por crisis y lisis y tiene mejorías y empeoramientos diarios. A diferencia de las demás enfermedades, la vida siempre es mortal. No tolera curas.
|
La conciencia de Zeno de Italo Svevo
Hablé por extenso de mi vejez inminente. No podía estar un momento tranquilo sin envejecer. A cada recorrido de mi sangre, algo se añadía a mis huesos y a mis venas que significaba vejez. Todas las mañanas, cuando me despertaba, el mundo aparecía más gris y yo no lo advertía porque nada desentonaba; en el nuevo día no había una pincelada siquiera del color del día anterior; de lo contrario, la habría advertido y la nostalgia me habría hecho despertar.
|
La conciencia de Zeno de Italo Svevo
Bastaba recordar todo lo que nosotros, los hombres, hemos esperado de la vida, para verla tan extraña como para llegar a la conclusión de que talvez se ha incluido en ella el hombre por error y que está fuera de lugar.
|
La conciencia de Zeno de Italo Svevo
En este mundo muchas personas aprenden solo escuchándose a sí mismas o al menos no saben aprender escuchando a los demás.
|
|
La conciencia de Zeno de Italo Svevo
Libertad completa es la de poder hacer todo lo que se quiere a condición de hacer también algo que no gusta tanto. La auténtica esclavitud es la condena a la abstención: Tántalo y no Hércules.
|
La guerra del fin...