Deseos rojos de Isabelle Ronin
La vida era cruel. Porque yo era lo bastante realista como para entender que nunca podría ser más que eso. Él no estaba hecho para alguien como yo. Pronto se esfumaría y sería como si nunca nos hubiésemos conocido. Y lo más triste era que yo me quedaría con todos los recuerdos. La gente siempre me dejaba con sus recuerdos, como si yo fuese una caja en la que dejar toda la mierda que ya no querían. Solo recuerdos. Siempre recuerdos. |