Canto yo y la montaña baila de Irene Solà
El aire olía a madrugada, que es un olor sin sabor, como el agua, tan buena que no se puede describir, y se oía el ruido de las ramas altas de los árboles y de los pájaros alegres y cantadores.
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Canto yo y la montaña baila de Irene Solà
El aire olía a madrugada, que es un olor sin sabor, como el agua, tan buena que no se puede describir, y se oía el ruido de las ramas altas de los árboles y de los pájaros alegres y cantadores.
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