Los fuegos de otońo de Irčne Némirovsky
Los matrimonios felices son aquellos en los que marido y mujer lo saben todo el uno del otro, o bien lo ignoran todo. Las parejas corrientes se basan en un remedo de confianza: uno deja escapar una confesión, un suspiro, muestra una parcela de deseo o de sueńo, pero después se asusta, se echa atrás, exclama: ˇNo, no! ˇNo lo has entendido!; o bien murmura cobardemente: No hay que tomarse al pie de la letra lo que he dicho, y se apresura a anudarse de nuevo las cintas de la máscara. Pero el otro ya ha visto esas lágrimas, esa sonrisa, esa mirada inolvidable... Si es sensato, cierra los ojos. Si no, insiste, se empeńa: Pero has dicho... Mira, no te entiendo, tú mismo has confesado... -Y luego-: Júrame que no echas de menos esa vida...
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