Últimos poemas de Ingeborg Bachmann
Tan dentro de la vida y tan cerca de la muerte que con nadie lo discuto ni me enojo, le arranco mi parte a la tierra de lo profundo; al océano pacífico la cuña verde le hundo en medio del corazón, y a mi playa me arrojo, ¡Pájaros de estaño se levantan y olor a canela! Estoy solo con el tiempo, mi asesino. Nos encerramos en crisálidas de delirio y azul marino. |