Gespenst de Ignacio Cid Hermoso
Y entonces se acerco a la bañera y abrió las cortinas, guiñando los ojos a la espera de toparse con su destino. Una balsa encarnada con el cadáver de su mujer. Quizá una bañera rebosante con el cuerpo hinchado y amoratado de Alicia.
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