El año que no dejó de llover de Idoia Amo
-Nada de normas. Como ahora. Podré besarte cuando quiera, morderte, romperte el camisón... -Leslie jadeó solo de imaginarlo-. Y, sobre todo, quiero verte por las mañanas. Quiero dormir contigo y ver cómo despiertas, y hacerte el amor recién levantada
|