Lecciones de Ian McEwan
Del mismo modo que el calor fluía hacia el frío y no a la inversa, el orden fluía hacia el caos y nunca al revés.
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Lecciones de Ian McEwan
Del mismo modo que el calor fluía hacia el frío y no a la inversa, el orden fluía hacia el caos y nunca al revés.
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Chesil Beach de Ian McEwan
Es vergonzoso a veces que el cuerpo no quiera, o no pueda, ocultar las emociones.
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Los perros negros de Ian McEwan
La vida de Bernard parece haber sido una progresión constante, un ir edificando sobre lo que ya tenía, mientras que la tuya parece haber sido una larga transformación.
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Chesil Beach de Ian McEwan
Se consideraban demasiado complejos para creer en el destino, pero les seguía pareciendo una paradoja que un encuentro tan trascendental hubiera sido fortuito, tan dependiente de cien sucesos y elecciones nimios. Qué posibilidad tan aterradora que pudiera no haberse producido nunca.
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Chesil Beach de Ian McEwan
¿Cómo podría él no amar a una mujer tan singular y cálidamente especial, tan dolorosamente sincera y consciente de sí misma, una mujer cuyos pensamientos y emociones se veían todos a simple vista, ondeando como partículas cargadas a través de sus gestos y expresiones cambiantes?
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Chesil Beach de Ian McEwan
Era todavía la época […] en que ser joven era un obstáculo social, un signo de insignificancia, un estado algo vergonzoso cuya curación iniciaba el matrimonio. Casi desconocidos, se hallaban extrañamente juntos en una nueva cumbre de la existencia, jubilosos de que su nueva situación prometiera liberarles de la juventud interminable
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Amsterdam de Ian McEwan
Nos hallábamos sumergidos casi por entero, como icebergs, y apenas dejábamos ver la cara tranquila y clara de nuestro ser social.
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Chesil Beach de Ian McEwan
Enamorarse era revelarse a sí misma lo extraña que era, la frecuencia con que se enclaustraba en sus pensamientos cotidianos […] ¿Tanto le había costado descubrir que le faltaba un simple resorte mental que todo el mundo tenía, un mecanismo tan normal que nadie lo mencionaba siquiera, una inmediata conexión sensual con la gente y los sucesos, y con sus propias necesidades y deseos?
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Jardín de cemento de Ian McEwan
Cuando la instalamos en la sábana, parecía tan frágil y triste con aquel camisón, caída a nuestros pies como un pájaro con el ala rota, que por primera vez lloré por ella y no por mí mismo.
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Chesil Beach de Ian McEwan
¿Y qué se interponía entre ellos? Su personalidad y su pasado respectivos, su ignorancia y temor, su timidez, su aprensión, la falta de un derecho o de experiencia o desenvoltura, la parte final de una prohibición religiosa, su condición de ingleses y su clase social, y la historia misma. Poca cosa en definitiva.
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Lecciones de Ian McEwan
McEwan, forma parte del llamado "Dream team" británico junto a Julian Barnes, Kazuo Ishiguro (Premio Nobel 2017), Hanif Kureishi o Graham Swift. Obras como "Expiación", "Chesil Beach" o "La cucaracha" en la que McEwan hacía un homenaje a "La Metamorfosis" de Kafka pero al revés (una cucaracha se convierte en hombre, nada menos que el Primer Ministro británico, haciendo con ella una critica ácida y mordaz al Brexit) y a "Los viajes de Gulliver" de Jonathan Swift, son muy reconocidas tanto por los lectores como por la crítica. En "Lecciones", una novela total, es decir una historia que abarca toda la vida del protagonista desde la posguerra europea hasta la última pandemia mundial de Covid, Roland comienza por narrarnos una experiencia de infancia en la que se recuerda dando clases de piano y cómo, durante esas lecciones, su profesora lo seduce. Con ella, mantendrá una relación apasionada e intensa. Esta primera imagen es tan potente que incita a continuar su lectura. Pero esta historia no va sólo de la experiencia en sus clases de piano, por mucho que éstas resulten inolvidables y, por supuesto, aleccionadoras. La línea temporal, aún pasada, nos devuelve a un Roland, abandonado por su esposa con un bebé de siete meses. Esta desaparición provocará que nuestro protagonista sea investigado por la policía. Sus reflexiones personales le llevarán a repasar su vida para tratar de averiguar qué ha sucedido. Como lectores conoceremos la historia personal de Roland hasta el presente novelado, constantemente salpicada por los acontecimientos sociopolíticos que durante 70 años sacudirán el mundo. Ian McEwan, en este proyecto tan ambicioso, pretende encajar la historia personal de nuestro protagonista con los acontecimientos de la Historia en mayúsculas, para verificar en la vida de Roland cómo esos hechos influyen en su vida, como en la de todos, de manera determinante; cómo los dioses en minúscula, los mandatarios que toman las grandes decisiones, condicionan nuestro devenir y cómo lo hace, así mismo, el azar, los pequeños hechos aparentemente sin importancia, alguna decisión intrascendente que conllevará consecuencias ajenas a nuestros deseos y a nuestro control. Creo que estas son las "Lecciones" que recibe nuestro protagonista y, por ende, se transmiten a los lectores de esta novela. La enorme profusión de datos nos lleva a una lectura necesariamente muy lenta, al menos para mí. Y, a pesar de que la narrativa de McEwan es excelente y siempre una elección de calidad, no me ha resultado ser su mejor novela: demasiada información, en sus algo más de 400 páginas, la convierten en una historia excesivamente densa que no favorece la fluidez de su lectura. ¿Recomendamos a Ian McEwan? Sin lugar a dudas. Pero nuestra preferencia, en este caso, se isigue nclinando hacia "Expiación" o "Chesil Beach", magníficas ambas. #EntreLibros. + Leer más |
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Chesil Beach de Ian McEwan
"Eran jóvenes, instruidos y vírgenes aquella noche, la de su boda, y vivían, en un tiempo en que la conversación sobre dificultades sexuales era claramente imposible".
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Chesil Beach de Ian McEwan
Cruzara la frontera que cruzase, siempre había otra nueva esperándola. Cada concesión que hacía aumentaba la exigencia, y luego el desencanto.
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Expiación de Ian McEwan
De esta nueva perspectiva íntima extrajo una enseñanza simple, una cosa obvia que siempre había sabido y que todos sabían: que una persona es, entre todo lo demás, una cosa material, que se rompe fácilmente pero que no es fácil de recomponer.
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Chesil Beach de Ian McEwan
Quería estar enamorada y ser ella misma. Pero para ser ella misma tenía que decir no a cada paso. Y entonces ya no era ella. La habían arrojado al lado de la enfermedad, como la cara opuesta a la vida normal.
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Expiación de Ian McEwan
Aferrándose a lo que ella creía que sabía, estrechando sus pensamientos, reiterando su testimonio, pudo apartar de su mente el daño que sólo de un modo tenue intuía que estaba causando.
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La ley del menor de Ian McEwan
Cuando un tribunal se pronuncia sobre cualquier cuestión relativa a [...] la educación de un niño [...] el bienestar del menor será la consideración primordial del juez.
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Máquinas como yo de Ian McEwan
Cuando Adán apareció en mi vida, yo creía que solo un poeta, no una máquina, podría decirme si Miranda me amaría un día, o me mentiría.
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Expiación de Ian McEwan
¿Cómo puede una novelista alcanzar la expiación cuando, con su poder absoluto de decidir desenlaces, ella es también Dios? No hay nadie, ningún ser ni forma superior a la que pueda apelar, con la que pueda reconciliarse o que pueda perdonarla. No hay nada aparte de ella misma. Ha fijado en su imaginación los límites y los términos. No hay expiación para Dios, ni para los novelistas, aunque sean ateos. esta tarea ha sido siempre imposible, y en esto ha residido el quid de la cuestión. La tentativa lo era todo.
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Gregorio Samsa es un ...