El poeta niño de Homero Aridjis
Cuando pude dar pasos cortos, me sacaron al corredor, y acompañado por mi madre, me sentaron a tomar el sol, junto a otros enfermos que convalecían, casi todos señoras. El sábado por la noche, me llevaron al cine del Hospital. pasaban una película de Stan Laurel y Oliver Hardy. Por lo demás, aunque la película era cómica, nadie reía, o no podían reír, a causa de sus heridas, respondiendo a los momentos de alguna comicidad con un gemido o un suspiro. por la luz plateada de que daba a la sala la proyección d ela cinta, se veían sus rostro muy infelices, como si el mundo cotidiano en el que transcurría el film, les hiciera añorar profundamente sus casas, o les diera el sentimiento de que nunca más volverían a ellas.
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