Agujero de Hiroko Oyamada
No soplaba nada de viento y el canto de las cigarras no hacía más que aumentar la viscosidad del aire.
|
Agujero de Hiroko Oyamada
No soplaba nada de viento y el canto de las cigarras no hacía más que aumentar la viscosidad del aire.
|
La fábrica de Hiroko Oyamada
Las relaciones humanas son en sí mismas algo parecido a un ecosistema: cada persona tiene su propio rol dentro de la cadena, sea más beneficioso o más perjudicial, pero rol al fin y al cabo y como tal ha de cumplirlo. Puede que esta asignación de roles parezca un tanto arbitraria, pero hay que tener en cuenta que la cadena existe por una razón y una sola: para no superponerse a quién cumple su rol y anularlo en consecuencia. Es, por tanto, una necesidad nacida de la empatía.
|
Agujero de Hiroko Oyamada
¿Era posible que una misma persona pudiese pasar de una vida a otra tan radicalmente distinta así, sin más? ¿Seguía siendo yo la misma?
|
Agujero de Hiroko Oyamada
Abrí la ventana y oí a las cigarras cantar. No sé si era porque estaba en el campo y había muchos árboles o por la influencia del clima de ese año, pero nunca las había oído con tanta intensidad. Era como si me hubiese tragado una y estuviese estridulando desde el interior de mi cuerpo. A la estridencia del sonido me acostumbraba enseguida, pero en cuanto advertía un cambio de ritmo y volvía mi atención sobre ellas sentía que su canto se adhería a mi piel y me asfixiaba.
|
Agujero de Hiroko Oyamada
Descubrí que el tiempo, cuando no se rellenaba a cada momento con planes, fechas de entrega, reuniones y días de paga, era incapaz de mantener su velocidad, se deslizaba y caía.
|
La fábrica de Hiroko Oyamada
Cuanto más me disperso, más difícil se me hace todo. Todo parece tan desconectado: yo y mi trabajo, yo y la fábrica, yo y la sociedad. Como si hubiera una fina hoja de papel entremedio. Parece que nos estuviéramos tocando, pero es una ilusión. ¿Qué estoy haciendo aquí?
|
Agujero de Hiroko Oyamada
No me encontré ni con el animal ni con el agujero ni con los niños. De vuelta en casa me probé el uniforme y me miré en el espejo: mi cara empezaba a parecerse a la de mi suegra.
|
Es un retelling de...