La fábrica de Hiroko Oyamada
Las relaciones humanas son en sí mismas algo parecido a un ecosistema: cada persona tiene su propio rol dentro de la cadena, sea más beneficioso o más perjudicial, pero rol al fin y al cabo y como tal ha de cumplirlo. Puede que esta asignación de roles parezca un tanto arbitraria, pero hay que tener en cuenta que la cadena existe por una razón y una sola: para no superponerse a quién cumple su rol y anularlo en consecuencia. Es, por tanto, una necesidad nacida de la empatía.
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