La muerte se desnuda en la Habana de Hernán Rivera Letelier
—¡No he visto mujeres más rápidas para desvestirse que las cubanas! Aeropuerto de Tocumen, Ciudad de Panamá, lunes 18 de agosto de 2014. Arrimados al mesón de un Starbucks, el Tira Gutiérrez y la hermana Tegualda esperan su trasbordo hacia Cuba. Han volado toda la noche. Ella bebe su café con crema; él, su taza de té negro con tostadas. Un hombre junto a ellos —camisa tropical, sombrero Panamá— les oye hablar y pregunta si son chilenos, de qué ciudad del norte son, pues tienen cara de nortinos, y hacia dónde se dirigen. Y sin esperar respuesta, se presenta como Fernando Troncoso, oriundo de Concepción, y a mucha honra, compatriotas. |