Santa Maria de las flores negras de Hernán Rivera Letelier
- Esto es para que se embarquen hacia el sur -les dice. Los jóvenes lo miran incrédulos. -Son los ahorros de todos mis años en la pampa. Creo que con esto les alcanza también para comprarse una parcelita. Al ver las lágrimas en los ojos de los jóvenes y sentir la propia emoción atragantándolo por dentro, el calichero se refugia en una de sus escasas salidas de humor. -Ahora ya saben por qué no me quitaba el palo ni para dormir -dice mostrando sus dientes nicotinosos. -Pero ese dinero significa el esfuerzo de toda su vida -le reprocha sollozando Liria María. -Ustedes lo necesitan más que yo -dice Olegario Santana-. En realidad no sé para qué diantres estaba ahorrando tanto, si ya me quedan pocas vueltas en la carretilla. Además, como diría seguramente la abuela sabionda del jovencito aquí presente, "La mortaja no lleva bolsillos". |