Trópico De Capricornio de Henry Miller
Estaba verdaderamente solo, y siempre que ocurría eso empezaba a escribirse el libro, gritando las cosas que nunca había revelado, los pensamientos que nunca había expresado, las conversaciones que nunca había sostenido, las esperanzas, lo sueños, las ilusiones que nunca había confesado. De modo, que, si aquel era el yo auténtico, era maravilloso.
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